Por: Martha Robles Escárraga
En esta ocasión estos preparativos me han hecho recordar,
al famoso libro La culpa es de la vaca y la historia que le da su nombre; esta
cuenta como al tratar de determinar las causas de la desproporción entre los altos
precios y baja calidad de unas carteras de cuero que iban a ser exportadas
desde nuestro país, tras las excusas de todos los implicados en el proceso de
fabricación y venta, la conclusión a la que llegó el consultor extranjero que
hizo la investigación fue muy simple: los productores colombianos de carteras
de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos ¡porque sus vacas
son estúpidas!
Esta conclusión me resulta algo familiar, ya que en
nuestro contexto cuando hablamos de temas relacionados con discapacidad e
inclusión, el culpable y “el problema” siempre termina siendo la persona en situación de discapacidad. De
una manera u otra quienes no tienen en sus círculos cercanos o no han vivido en
carne propia esta condición, se sienten ajenos al tema y sin ninguna responsabilidad
en él.
La discapacidad, hace parte de la diversidad del
ser humano, es una condición más, como ser alto, rubio, flaco, o pertenecer a
una etnia determinada; sin embargo, aún en nuestras sociedades no hemos logrado
comprender que toda condición humana debe ser valorada y respetada, y que las
oportunidades de participación social de todas las personas están condicionadas
por las barreras o apoyos que reciban en su entorno. De manera que si la leche
se derrama del vaso… la culpa no es de la vaca, es de quien sostiene el vaso o
de quien ha propiciado que se caiga y en cualquiera de los casos, todos estamos
representados.
Cada uno de nosotros tiene un rol que cumplir para
que las personas con discapacidad sean reconocidas como seres socialmente valiosos,
y ello dista radicalmente de ofrecer soluciones asistencialistas o lastimeras
en virtud de su condición. Nuestra responsabilidad es dejar a un lado cualquier
acto que denote discriminación y emprender acciones que posibiliten su participación
en nuestra comunidad; se trata simplemente de armonizar nuestros actos, con
las normas legales vigentes para cumplir con un deber ciudadano y respetar los
derechos del otro.
Nov 29/2015
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